Cuando el mundo se doblega ante la incesante transmisión de la torre de señales, Mono se refugia donde puede.

La fina máscara de papel que lleva le ofrece cierto alivio, pues le ayuda a olvidar que el mundo exterior lo odia y desea su fracaso... Pero no puede esconderse para siempre.

Six se despierta en un mundo que no reconoce y debe aprender a confiar en otra persona para sobrevivir.

Ha visto mucho más de lo que cualquier normal debería ver nunca, pero...Six no es una niña normal.

Llevado por su fría ambición, el cazador recorre el bosque con su vieja escopeta y su linterna olfateando a su presa. Necesita nuevos trofeos para las paredes de su siniestra choza.

Los matones son la prueba viviente de que no todos los niños son inocente: no son las desgraciadas víctimas de la crueldad de sus progenitores ni tampoco buscan tu amistad. Son los matones e irán a por ti si tú no acabas antes con ellos.

La profesora no tolerará ningún mal comportamiento en su clase y nada escapa a su fría e implacable mirada. En sus dominios, los niños deben verse, pero no oírse. Aquel que no siga esta norma desaparecerá para siempre.

Los pacientes no se soportan a sí mismos. Se miran al espejo y odian lo que este les devuelve. Solo ven los defectos y las miserias de la naturaleza y, por ello, suplican al doctor que los ayude, que use su poder para devolverles su integridad.

La perfección es importante para el doctor y no permitirá que nada interfiera con la obra de su vida. Sus incondicionales pacientes constituyen una legión tan grande que seguramente no le oirás llegar hasta que sea demasiado tarde. Solo entonces aprederás a respetarlo.

Los espectadores viven su vida a través de la pantalla. No se imaginan el mundo sin ella. Ante sus ojos toman forma sonidos y colores maravillosos que los hechizan, los amansan y les hacen engordar. La transmisión les da todo lo que necesitan y solo exige una cosa a cambio...

Con la misma e implacable determinación con la que la transmisión satura las ondas, el hombre delgado prosigue su interminable viaje por este desolado lugar, acechando en las sombras; buscando algo...